Reciclaje de Cobre
La mentalidad sobre el medio ambiente está cambiando. Cada día son más las empresas que hacen de la gestión ambiental un componente básico de su gestión productiva. Hoy hablaremos sobre por qué el cobre es un buen material para reciclar
Una de las acciones más comunes que incorporan a su gestión es el reciclaje, proceso que se combina con el cuidado del medio ambiente y la reducción de costos.
Los yacimientos minerales se pueden agotar, la materia prima no es infinita, pero gracias al reciclaje la mayoría de los metales se reciclan en un alto porcentaje.
Difícilmente nos quedaremos sin cobre, Según la Copper Development Association, los recursos mundialmente conocidos del metal se estiman en 5,8 trillones de libras (15,26 x 10 kg aprox.), de las cuales solamente un 12% ha sido explotado a lo largo de la historia. De este porcentaje, se estima que el 80% circula aún por el mundo.
Mientras más desarrollada esté una economía, más cobre consume. Por lo tanto, como el cobre es de alta durabilidad, la necesidad de más metal crece más rápidamente que la oferta de residuos.
Por otra parte, hoy en día, la mayor parte del cobre se utiliza bajo la forma de alambres y cables eléctricos, los que requieren del cobre puro refinado.
Los alambres domésticos deben tener un 99,9% uno de los mejores metales para el reciclaje de pureza, porque la más pequeña contaminación reduce su conductividad. Sólo un 0,05% de fósforo o un 0,08% de fierro, hacen disminuir la transmisión de electricidad en un tercio.
El cobre es 100% reciclable, no pierde ninguna de sus propiedades químicas o físicas en el proceso de reciclaje, puede ser fácilmente reincorporado en otros ciclos productivos y tiene pocas restricciones en su uso.
EL COBRE ES UN BUEN MATERIAL PARA RECICLAR
¿De dónde se saca cobre para reciclar?
El cobre de los radiadores de autos intercambiadores de calor, los alambres finos, tuberías, láminas para techos, cables eléctricos …
¿En qué se usa el cobre reciclado?
Al cobre para reciclar se le llama chatarra de cobre. Se clasifica y trabaja en plantas de reciclaje como es el caso de RECEMSA y por toneladas es entregado a las fundiciones para que lo empleen como materia prima en su proceso
Para la fabricación de tuberías, láminas para techos, chips electrónicos, piezas de motores y transformadores, monedas,…. En fin, para casi todo, puedes ver esto muchos más detallado en nuestra página web en productos: cobre
El cobre y sus derivados, ya sea en estado puro o contenidos en un producto final, pueden ser reciclados en todas las etapas del ciclo de vida del producto.
Las tasas más significativas de uso de cobre reciclado parecen estar en Europa, con un 45% (según datos del International Copper Study Group).
Por su parte, Estados Unidos presenta un 33,3% (según datos de United States Geological Survey).
¿Cómo se recicla el cobre?
Los procesos para reciclar cobre varían según la composición del residuo.
Los residuos de cobre puro pueden ser fundidos directamente. Su pureza se comprueba mediante análisis químicos cuando aún está en estado líquido. Luego se desoxida y lleva a formas intermedias —como lingotes— para usarlos en otros procesos.
EL COBRE ES UN BUEN MATERIAL PARA RECICLAR
Los residuos que contienen óxidos se funden para formar ánodos que luego se van a electrorrefinación para obtener el nivel de pureza deseado.
En algunas aleaciones, como el latón y el bronce, el residuo de cobre se funde y forma más aleaciones. En este caso, no lo vuelve a refinar.
Si el residuo de cobre está mezclado con otros minerales, se evalúa la relación costo-beneficio del proceso de volver a refinarlo. De esta forma, si esta relación es muy alta —como en el caso de la lata y el níquel que sólo se pueden separar mediante electrorrefinación—, el residuo de cobre se destina para fines no eléctricos, es decir, que no requieren niveles de alta pureza.
La economía del reciclaje
A la hora de promover el reciclaje, la reducción de costos productivos es un criterio clave. Los residuos de alta calidad cuestan un 10% menos que nuevos cátodos cupríferos refinados
El cobre y sus aleaciones pueden ser reciclados de modo relativamente barato, con un bajo consumo energético y pérdidas mínimas. Así, si las aleaciones se hacen con cobre reciclado, el costo del material puede ser reducido significativamente.
Pero también, otro criterio básico es el medioambiental. El reciclaje no sólo ayuda a conservar la materia prima y reducir los desechos, sino que ahorra hasta un 75% de la energía utilizada en la producción primaria de cobre.
El residuo del cobre, el metal que ya ha sido utilizado una vez, tiene la ventaja de estar presente bajo forma metálica en el medio. Con ello se evita el gasto energético del proceso de extraer, transportar, fundir y refinar el material, ya que la energía que se necesita para refundir y volver a refinar el residuo es menor.
Términos que nos interesa diferenciar:
Residuo: es lo que sobra de un proceso productivo, que no se puede reutilizar en el proceso que lo generó, pero que sí puede ser aprovechado para otros fines.
Excedente: es lo que sobra de un proceso productivo y que se puede utilizar en el mismo.
Desecho: es lo que sobra de un proceso productivo y no se reutiliza, ni en el mismo ni en otro.
Reciclar: consiste en reprocesar un material ya utilizado para un fin específico, transformándolo en otro similar o distinto, susceptible de ser usado como materia prima. Por ejemplo: el vidrio y el papel.
Reutilizar: consiste en volver a usar un material o producto, sin alterar su naturaleza. Por ejemplo: los envases retornables.
El resumen de este artículo es indicaros por qué el cobre es un buen material para reciclar, esperamos que os haya servido. En los siguientes enlaces tenéis más información.
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Cobre y sus aleaciones
Aleaciones
Las aleaciones de cobre pueden adaptarse a casi cualquier aplicación.
Existen más de 400 aleaciones de cobre, cada una con una combinación única de propiedades, que se adaptan a un gran número de aplicaciones, procesos de fabricación y entornos.
Para hacer que el cobre sea lo más versátil posible, se pueden modificar sus características originales en función del uso final que se le quiera dar, aleándolo o “mezclándolo” con otros metales. Dos de las aleaciones de cobre más conocidas, son el latón (donde se mezcla con zinc) y el bronce (donde se mezcla con estaño).
La industria del cobre continúa desarrollando aleaciones innovadoras que aprovechan la versatilidad del cobre para nuevas aplicaciones. Hoy en día, el cobre se mezcla con una gran variedad de metales, incluidos el aluminio, el níquel, el silicio, el manganeso, la plata y el telurio. Constantemente se están desarrollando nuevas aleaciones que satisfacen las crecientes necesidades que se dan en el campo de la electrónica, los superconductores, el transporte y la sanidad.
El árbol de las aleaciones de cobre
El latón se utiliza mucho en los racores y accesorios que forman parte de las instalaciones modernas de tuberías para agua potable, calefacción y distribución de gas. La adición de un 2-3% de otros metales además del cobre y del zinc mejora la resistencia a la corrosión y permite conexiones herméticas a prueba de fugas. Por ejemplo, el latón naval contiene una pequeña cantidad de estaño para mejorar la resistencia a la corrosión. El oro nórdico, una aleación utilizada en las monedas de 10, 20 y 50 céntimos de euro, contiene pequeñas cantidades de aluminio y estaño.
Al añadir estaño al cobre, el bronce resultante ofrece mayor resistencia a la corrosión, dureza y durabilidad. En su forma básica, el bronce se utiliza principalmente para la fundición, incluidas las hélices de los barcos, esculturas y campanas. Para lograr una baja fricción, se añade un poco de fósforo para crear bronce al fósforo que se usa en cojinetes y rodamientos. El bronce al silicio se utiliza para usos industriales.
Durante miles de años, el cobre y sus aleaciones han tenido un papel importante en los negocios y el comercio mundial. Las aleaciones de cuproníquel se utilizaron por primera vez en monedas en torno al año 170 a.C. Hoy en día, las monedas con valores entre los 10 céntimos y los 2 euros contienen como mínimo un 75% de cobre. Las monedas pueden producirse con precisión, con la forma y el diseño deseados, mediante la estampación de chapa de aleación de cobre, pudiendo mantener su forma y apariencia durante siglos.
El tubo de cuproníquel se utiliza en centrales eléctricas, plantas desalinizadoras y por las industrias química y petroquímica debido a su excelente resistencia a la corrosión. La alpaca o plata alemana es, en realidad, una aleación de cobre, níquel y zinc. Se usa principalmente en cuberterías, monedas e instrumentos musicales.
Algunos elementos son utilizados en aleaciones con cobre a niveles bajos para obtener mejores características, en especial para aplicaciones eléctricas. El telurio mejora la mecanización mientras que el circonio se añade al cobre para electrodos de soldadura e interruptores.
Añadiendo berilio al cobre se mejora su resistencia mecánica para su uso en muelles. El magnesio proporciona una resistencia adicional en las catenarias de los trenes y los tranvías. El cromo y el circonio se añaden al cobre para los moldes de fundición de acer
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Cobre y medio ambiente
Medio ambiente
El cobre es un elemento presente en la naturaleza tanto en cantidades minúsculas como en ricos yacimientos mineros. Además, es esencial para todas las formas de vida: las plantas, los animales y los seres humanos necesitamos el cobre para tener una buena salud.
El cobre está presente de forma natural en todos los medios
El cobre está presente de forma natural en todas las aguas, sedimentos y suelos. De hecho, si un suelo contiene niveles insuficientes de cobre, no resulta apto para actividades agrícolas intensivas. Los dos principales cultivos de alimentos a nivel mundial, el arroz y el trigo, son muy sensibles a los suelos con bajos niveles de cobre, lo que provoca pérdidas de producción y cosechas de menor calidad.
En Europa, se estima que 18 millones de hectáreas de suelos cultivados (equivalente al 19% de tierra cultivable) tienen una biodisponibilidad deficiente de cobre. Para compensar esto, es una práctica común abonar los suelos con fertilizantes ricos en cobre y con tratamientos de sulfato de cobre.
El cobre es natural, totalmente reciclable y duradero. En condiciones normales de uso, no es persistente, ni bioacumulable, ni tóxico para el medio ambiente. Una exhaustiva evaluación de riesgos, llevada a cabo de forma voluntaria por la industria del cobre (abarcando la producción, el uso y aspectos sobre el final de la vida útil en la cadena de valor del cobre), demuestra que, en general, el marco normativo existente protege el medio ambiente y la salud de los trabajadores de la industria y de la población europea.
El cobre ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
El futuro de la energía sostenible en Europa depende de la interdependencia entre la eficiencia energética y las energía renovables. El cobre es un material esencial en la construcción de los sistemas energéticos del futuro. Juega un papel fundamental en los sistemas de energías renovables como la energía solar, eólica, mareomotriz, hidroeléctrica, de biomasa y geotérmica. El cobre es el mejor conductor térmico y eléctrico entre los metales que se emplean en infraestructuras y diseño de productos. Los sistemas que utilizan cobre generan, transmiten y usan la energía de forma más eficiente, lo que permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y optimizar los costes del ciclo de vida.
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